Escrito por Dra. Bárbara García el 29 de octubre de 2020
Nuestra vulva por mucho tiempo NO ha estado en la lista de prioridades de cuidados de la salud. Hoy desde la medicina intentamos cambiar esto, para que te acerques a su cuidado y por ende a su placer.
El mal marketing de los genitales por la “moral sexual”, nos ha llevado a hablar con pudor, vergüenza de estas áreas de nuestro cuerpo, e inclusive muchas personas no la pueden nombrar? (“la casita, la cuevita, la chochi”, y muchos etc).
Hoy sabemos que es super importante chequearnos, tener registro de nuestro cuerpo y sus cambios, conocernos espejo mediante tanto la vulva como otras partes del cuerpo a las que les ponemos mayor de nuestra atención. Por ejemplo la Salud bucal y dermatológica pienso que han tenido mejor adherencia de parte de las personas para su cuidado, pero qué pasa con nuestra salud vulvar?
En consul aprendemos cosas que pasan con nuestras vulvas que quizás no sabíamos, como sus cambios en distintos momentos del ciclo, de la vida.
Lo hermoso de esta deconstrucción constante es el aprendizaje, y aprender a cuidarnos es un proceso.
Lo primero que tenes que saber es que tenes una vulva única! que no habrá ninguna otra con tus características. ¿Por qué te cuento esto? Muchas veces en la consulta ginecológica las personas me relatan los temores a mirar la vulva, asco, culpa a examinar, chequear, tocarla, con mucha ansiedad de saber si es “NORMAL”.
Estos pensamientos limitantes muchas veces son difíciles de identificar... de dónde surgen?
En mi consulta puse un espejo para acompañar a las personas en este acercamiento. Y muestro imágenes reales para que puedan sentirse incluidas desde la aceptación de la diversidad. Pasa muchas veces que cuando queremos ver imágenes de vulvas aparecen dibujos y no representan la variabilidad de las mismas. Aqui un poco de la misma, tomada de una bella web como es Anatomy of pleasure.
Una vez que hicimos las paces con esta parte de nuestro cuerpo que tanta potencialidad de placer y salud nos brinda, podemos conocerla, cuidarla y habitarla un poco más.
Muchas cosas influyen como: alimentación, salud integral y prácticas cotidianas (por ejemplo el uso de jabones en la zona con pH indacuado, protectores descartables cotidianos, uso del bidet en dirección incorrecta generando la colonización de la vulva con otros gérmenes.
Las hormonas son un componente que modifica este equilibrio con sus fluctuaciones por la toma de anticonceptivos, gestaciones y puerperios. La vulva, todo lo que vemos con el espejo, requiere de nuestros cuidados por ello la importancia de hacelos guiados de tu gine, ya que puede ser asiento de diversas patologias pero lo más improtante de diversos placeres a descubrir.
Pensaste alguna vez en ello?
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